“La fraternidad, si es necesaria en todas partes, no puede dejar de serlo en política. Por lo tanto, también los políticos, como todos, están llamados a comprometerse a ponerla en práctica y a sentirse hermanos entre ellos, antes de la propia pasión por sus partidos, antes de las opciones que diferencian las distintas opiniones. El amor fraterno une, ilumina las decisiones que hay que tomar y hace idóneos para alcanzar los fines de la política misma: el bien común”. – Chiara Lubich 

Melissa Mejía Flórez

Comunicaciones MPPU

El sueño de una nueva política, una nueva economía, una nueva ciencia, una nueva medicina

Incluso antes de la creación oficial del Movimiento Político por la Unidad, Chiara Lubich dijo que todo esto sólo sería posible si éramos hombres y mujeres nuevos, por así decirlo. Sólo si fuéramos capaces de hacer de la fraternidad el principio fundamental de nuestras relaciones. Hemos creído juntos, como ciudadanos activos, que una cultura de paz es posible, e independientemente de nuestros orígenes académicos o culturales, hemos trabajado en los valores, actitudes, tradiciones y estilos de vida que permiten que esto sea una realidad.

Este año, por segunda vez, encontramos en nuestro calendario la celebración del Día Internacional de la Fraternidad Humana promovido por las Naciones Unidas, que nos permite explorar el amplio territorio de las buenas prácticas para construir un mundo mejor. Un punto de referencia central es el Documento sobre la “Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común” firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahamad al-Tayyeb el 4 de febrero de 2019. Casi una brújula para promover la cultura del diálogo, la colaboración común y el conocimiento mutuo para la construcción de un mundo más fraterno y en paz.

El Documento se lanzó como un llamamiento para acabar con las guerras y condena las lacras del terrorismo y la violencia, especialmente las que tienen motivaciones religiosas.

El Día Internacional de la Fraternidad Humana se enmarca en el contexto de la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, que desde febrero de 2011 pretende poner de manifiesto la urgente necesidad de diálogo entre las distintas confesiones y religiones para lograr un mayor entendimiento mutuo, armonía y cooperación entre las personas, y que los imperativos morales de todas las religiones, convicciones y creencias incluyen la paz, la tolerancia y el entendimiento mutuo.

Este año La Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC), en asociación con las Misiones Permanentes de Egipto y los Emiratos Árabes Unidos ante las Naciones Unidas, así como el Comité Superior de Fraternidad Humana, ha preparado un evento titulado “Camino hacia el futuro” para celebrar este día internacional.

Al igual que los líderes religiosos mundiales, cada uno de nosotros puede adoptar una actitud reflexiva sobre el concepto de Fraternidad Universal desde una perspectiva que integre los aspectos contextuales y culturales, destacando la elaboración teórica y la aplicación práctica de la fraternidad, el diálogo, la democracia, los escenarios migratorios y fronterizos, las políticas económicas, medioambientales, sociales, culturales podemos contribuir a una reflexión concreta sobre la fraternidad como categoría política, como hace por ejemplo la Red Universitaria para el Estudio de la Fraternidad – RUEF.

Todos estamos invitados a pensar, construir y promover acciones concretas a favor de un mundo sostenible, y a hacerlo de forma integral. La celebración del Día Internacional de la Fraternidad Humana puede ser un punto de partida.