Democracia y Justicia Política

Fuente: Ciudadnueva Interamericana

Con el propósito de comenzar a hacer un análisis sobre la realidad política en América Latina, desde Ciudadnueva Interamericana, formulamos una pregunta a los integrantes del Movimiento Político por la Unidad de Brasil, Chile y Colombia, buscando el sentir sobre la democracia en nuestro continente y discernir cómo ese sistema político contribuye o no a resolver la grave problemática que afecta a los países del hemisferio latinoamericano (desigualdad, hambre, violencia, corrupción, etc.). La pregunta parte de reconocer el significado de ese modelo de gobierno del pueblo y por el pueblo, interrogante que igualmente dejamos a consideración de nuestros lectores: ¿Qué debe madurar en la democracia de hoy? Corresponde hacer una corta introducción sobre el Movimiento Político por la Unidad.

Se trata de un movimiento articulado a la sociedad, una forma de vivir y expresar la política, no solo con palabras sino en la acción. No es un partido político, es una forma de pensar y actuar en la vida política teniendo como principio central la fraternidad universal.

Forman parte políticos, hombres y mujeres, jóvenes interesados en la política de distintos partidos y movimientos que buscan construir la política desde la mirada del bien de todos y para todos, es decir, sí a la política como camino y proceso de diálogo. Tiene representación en 85 países, con presencia en Europa, África, Asia y América. Concibe la política como el arte del respeto recíproco, creando lazos de solidaridad y concordia. Busca promover y establecer una corriente de reciprocidad con fundamento en la fraternidad. Concibe la política al servicio del bien común.

Encontramos en las respuestas a la pregunta ¿Qué debe madurar en la democracia de hoy? puntos valiosos que invitan a reflexionar:

Flavio Dal Pozzo, presidente del Movimiento Político por la Unidad de Brasil responde:

Es necesario reconocer que existe un déficit del elemento social en la política. Es necesario tomar parte, es el nivel más intenso de participación. Sin embargo, todavía se presentan diferencias en la calidad de esta modalidad de participación, puesto que no es cuánto se toma parte, sino cómo se toma parte y es lo que realmente hace la diferencia. En este sentido, es posible comprender algunos movimientos que han surgido en las últimas décadas en diferentes partes del mundo y que representan, en última instancia, un anhelo de las personas por participar en las decisiones que les afectan directa o indirectamente.

Dado que la política trata temas complejos, las necesidades y posibles respuestas a los mismos son diversas. Sin embargo, creo que para llegar a la madurez de la democracia (que siempre está en movimiento), entre tantas otras posibilidades, es urgente y necesaria una educación política audaz para las nuevas generaciones que alcance la formación de nuevos liderazgos, personas y gobiernos con capacidad y voluntad para pensar y ejecutar (a través de la co gobernanza) políticas públicas que cuiden nuestra casa común y ofrezcan una vida digna para todas las personas.

Eva Caurapan, Movimiento Político por la Unidad MPPU, Chile:

Por mucho tiempo en Chile entendimos la democracia principalmente a través de actos políticos formales como el concurrir a elecciones para elegir a nuestros representantes. Esta democracia que se conocía en el país se vio interrumpida el 11 de septiembre de 1973 con un golpe de Estado. En 1990 se inició un proceso de transición que ha durado más de 30 años. Hoy, gracias al protagonismo de los jóvenes, hemos entendido la relevancia de otros tipos de manifestaciones democráticas: las protestas de los estudiantes en el 2011, las demostraciones de “no más AFP” de 2018. Estos procesos de movilización que se han vivido en el país producto de un análisis reflexivo en el que algunos grupos han visibilizado problemáticas en sintonía con lo que la ciudadanía ha sentido, no ha sido suficiente para hacer frente al modelo neoliberal a ultranza impuesto a fuego y sangre. Quién puede dudar que la expresión democrática más reciente y de gran relevancia fue el estallido social de octubre de 2019, que dio paso al plebiscito para elaborar una nueva Constitución, la que de ser aprobada sería la primera en democracia. Son grandes hechos que nos han conducido a repensar nuestro Estado.

Las implicancias del modelo neoliberal no son percibidas en su conjunto por la población en general, carecen de información, de espacios de participación, debate y reflexión como aprendizaje y construcción de una conciencia colectiva, esto producto de la concentración de todos los medios de comunicación. No se ha logrado catalizar un conglomerado con una alianza o coordinación que haga un frente común a la desigualdad, la injusticia social, la discriminación contra los pueblos originarios, las migraciones, el patriarcado…

Hoy, Chile se encuentra frente a una crisis de gobernabilidad, es evidente la vulnerabilidad de las instituciones que han sido objeto de corrupción. Las personas no creen en los partidos políticos, los que son llamados a ser pilares de la democracia. La democracia debe poder responder con un conglomerado, con una alianza o coordinación que haga un frente común a la desigualdad, la injusticia social, la discriminación contra los pueblos originarios, las migraciones, el patriarcado.

Miguel de J. Niño Sandoval, Presidente del Movimiento Político por la Unidad de Colombia:

La democracia conlleva la necesaria escucha y entendimiento de las necesidades del pueblo, la fuerza vital de la política debe ser la fraternidad, ver al otro, al necesitado, al excluido, al hambriento, verlo como hermano, esta forma de actuar se constituye en una fuerza  infatigable, y hace de la sociabilidad como pensamiento democrático, una exigencia esencial de la buena política, así se evitan los colectivismos que llevan a extremos y desigualdades convirtiendo la democracia en anarquía o en dictaduras.

 

Una posible solución para contribuir al proceso de maduración de la democracia:

La Cogobernanza: Un concepto afirmativo que viene a prever el reparto del poder entre instituciones políticas y sujetos de las redes sociales, económicas, educativas y culturales de nuestros territorios. Es decir, el Estado actúa en conjunto con la sociedad, brindando nuevos espacios de democracia participativa y deliberativa, y nuevas herramientas de toma de decisiones e implementación.

De estas repuestas y consideraciones se extraen algunas razones y análisis que podrían introducirnos en un primer punto de reflexión y explicación de las causas que agobian a nuestros países, reflejado en una concepción retórica de la democracia, término que debe ser meditado para comprender sus alcances y límites. Un principio que está en la base de un sistema de gobierno que debe generar las condiciones para que los ciudadanos y ciudadanas, todos y cada uno, tengan una vida buena y justa de manera permanente, es el principio de “la vida buena”. Si el modelo de gobierno democrático reconoce el valor de la libertad de cada persona, la igualdad de derechos y la fraternidad como principio, seguramente se complementa la democracia como modelo de gobierno, deliberante y relacional y se acercara a la consolidación de la justicia política.

Por la Redacción de Ciudadnueva